La experiencia de pilotar una avioneta

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Debo confesar que más que por tener espíritu aventurero, me decidí a probar lo que era volar en avioneta, por curiosidad debido a las muchas anécdotas que cuentan mis amigos sobre esa experiencia. Debido al miedo a las burlas, tome la decisión de pilotar una avioneta.

Lo primero que hice fue buscar una empresa, seria y responsable, que ofreciera el servicio de volar por razones recreativas con seguridad y que despegaran desde el aeródromo de Casarrubios que es el más cercano a mi casa.

Al ver los precios me espanté, realmente el gusto me iba a salir caro, por lo que me dediqué a buscar promociones en la red. Después de estar un buen rato revisando, di con la promoción de Colectivia, que era la que tenía mejor precio y ofrecía más atractivos, por lo que me decidí a comprar el cupón para volar, durante una hora.

Después de adquirir el cupón, siguiendo las instrucciones de Colectivia, llamé a la empresa y acordamos volar el próximo domingo a las 8:00 a.m. Debo confesar que como era viernes cuando hice la cita, el fin de semana se me hizo largo de tanto pensar y, a punto, estuve de arrepentirme por temor a volar, pero la curiosidad pudo más que el miedo.

Llegando al aeródromo

El domingo me levanté temprano y me puse ropa cómoda, tal y como me indicaron cuando llamé. Aunque llegué al aeródromo con media hora de anticipación, mi piloto ya me estaba esperando, se presentó como José Rafael. Desde un principio su trato fue muy cordial y amable, además de que me inspiró confianza por lo que se me pasó un poco el temor.

Creo que vio lo nervioso que estaba, porque me estuvo hablando de lo excelente del clima y la buena aeronave que nos asignaron, además de su experiencia como piloto, donde nunca tuvo percance alguno (con tal de que conmigo no sea su primera vez, pensé).

Comienzo el vuelo

Ya casi siendo las 8:00 a.m., subimos al avión y me senté en el puesto del copiloto, me ajuste el correaje y presté atención a todas las explicaciones que, amablemente y con paciencia me daba José. Comenzamos a movernos por la pista y al fin despegamos, mi primera reacción fue de pánico, pero ella dio paso a la emoción y sentimiento de libertad.

Volando y tomando los controles

Mientras volamos, mi piloto me invitó a admirar el paisaje de Madrid, realmente era alucinante lo bonito que se ve desde el cielo. Volamos lo que me pareció poco tiempo (aunque ya había transcurrido poco menos de media hora), cuando José me dice que es hora de que me convierta en piloto.

A estas alturas ya había perdido todo temor, por lo que, muy emocionado le dije que sí. Entonces me dio las instrucciones básicas y tome los controles. La sensación de libertad fue abrumadora, realicé varios movimientos con la avioneta bajo la atenta mirada, e instrucciones de José, que alababa mi pericia.

Termino el vuelo

Al poco rato, me señala que ya debemos aterrizar, así que le entregué los controles y nos preparamos. Demás está decir que el aterrizaje fue perfecto (y para mí también emocionante).

Una vez en tierra, comprendí porque mis amigos que habían volado en avioneta, siempre hablaban de ello y volaban cada vez que podían. Es una vivencia inolvidable, todo resultó excelente, el servicio estuvo acorde con lo que me ofrecieron y, al final, mis expectativas fueron más que cubiertas.

Seguro que repetiré, solo que la próxima vez adquiriré el cupón para la opción de vuelo por dos horas (una hora me pareció que no era suficiente). Me felicito por haber tomado la promoción con Colectivia.

Ahora solo pienso cuando volveré a volar, tomar los controles de la avioneta y sentir de nuevo la adrenalina, emoción y sensación de libertad. Se me olvidaba mencionar que también dan el servicio de grabar esta experiencia, en el video me veo como todo un piloto experto en lo controles de la aeronave, así como las vistas increíbles del paisaje.